Cómo superar la muerte de una madre

Aceptar la muerte de una madre no es fácil, menos aún si la relación con ella ha sido estrecha y la recordamos como una persona cariñosa, afectiva, comprensiva, paciente y con esas otras cualidades que tienen las madres.

Su amor es incondicional y no se parece a ningún otro, ni de amistad ni de pareja.

Y ese sentimiento de orfandad y de haber perdido un pilar fundamental de apoyo acompañará siempre, pero hay que aprender a vivir con ello.

A continuación te mostramos algunas claves para superar el fallecimiento de una madre:

Asume tus emociones
Hemos hablado de ellas al repasar las fases que atraviesa una persona al perder a un ser querido: negación, incredulidad, confusión, tristeza, nostalgia, enfado, desesperación, culpa…

Son emociones normales después de una pérdida y es muy posible que te superen, pues no estamos preparados/as para asumirlas con tanta intensidad.

Tómate tu tiempo para gestionarlas hasta que vayan remitiendo, pero no las ocultes.

Exprésate
Es justo lo contrario de ocultar lo que sientes. Sé sincero/a contigo mismo/a y con los/as demás: si no estás bien, no lo estás. Y es perfectamente normal no estarlo.

La familia suele ser un pilar importante en estos casos, y hay personas que están pasando por lo mismo que tú por la relación que tenían con tu madre y que te pueden ayudar.

Sin embargo, cada cual tiene su proceso y es posible que no sientas que se te escucha.

Todo el mundo no se siente cómodo/a hablando sobre alguien que ha fallecido, así que busca tus cauces para expresarte.

Posiblemente en tu comunidad haya algún grupo de apoyo al que te puedes unir.

Cuídate
Esto es de suma importancia. Debes poner el foco en no tomar caminos equivocados para aliviar un dolor que no es físico (o no solo), es emocional. Y como tal debe tratarse.

¿Atracones continuos de comida basura? No calmarán tu posible ansiedad, pues el dolor seguirá estando ahí cuando termines. ¿Abuso de fármacos como las pastillas para dormir? Te pueden ayudar puntualmente, pero tendrás que aprender a caminar sin esa muleta. ¿Alcohol y drogas para evadirte? Tampoco te ayudarán a superarlo, y te acarrearán un problema mucho mayor.

No tratamos de juzgar tu estado, pero sí de exponerte falsos remedios recurrentes cuando el duelo se complica.

Sin llegar a algunos límites, la ausencia continuada de hábitos saludables (dieta equilibrada, ejercicio y descanso) no te permitirá tener ese cuerpo sano que necesitas para dar soporte a una mente sana, y viceversa.

Sé paciente y pospón los cambios importantes
Como hijo o hija, has experimentado un cambio importante que te exige detenerte, escucharte y expresarte.

Necesitas tiempo para procesar y reubicar la relación que tenías con tu madre, pues tenía unos sentimientos asociados que no se han ido con ella y que debes encajar en otro lugar.

No es momento de que te enfrasques en otros cambios importantes, sino de que mires por ti. U

na mudanza, un cambio de trabajo o tener otro hijo son los algunos de los ejemplos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *